dimanche 17 juin 2007

La opinión de los demás

Un viejo y un joven viajaban con un asno. Al llegar a la aldea caminando junto al animal, los niños de la escuela rieron al verlos pasar diciendo:
-Mira esos tontos. Tienen un asno robusto y van caminando. Por lo menos, el viejo podría montarse en él.
Al escuchar a los niños, los hombres pensaron que deberían de seguir el consejo, pues pronto llegarían a otra población y la gente se volvería a reír de ellos. Así pues, el viejo se montó en el burro y el joven caminó detrás.
Entonces encontraron un grupo de gente que los miró y dijo:
-¡Mirad! El hombre viejo montado en el burro y el pobre muchacho caminando.
Así que cambiaron puestos, el hombre viejo caminó y el joven montó en el burro.
Entonces otro grupo de gente se acercó y dijo:
-¡Mira qué muchacho más arrogante! Quizás el viejo es su padre o su maestro, y va caminando mientras el joven va montado en el burro. Esto es contrario a toda norma.
Ahora, ¿qué podían hacer? Ambos decidieron probar la única posibilidad restante: sentarse los dos en el burro. Así que montaron ambos en él.
Entonces otro grupo se acercó y dijo:
-¡Mirad qué gente tan violenta! El pobre burro está casi muerto, mejor sería que lo cargaran ellos en sus hombros.
Así que otra vez lo discutieron y decidieron llevar al burro en hombros, pues de otra manera la gente de la aldea vecina los llamaría tontos. Por lo tanto, cortaron un bambú, colgaron al burro de las patas y lo cargaron. El pobre animal trató de rebelarse -como cualquier burro lo haría- y trató de escapar, pues no era un fanático de la sociedad, no creía en la opinión de los otros. Pero los dos hombres estaban empeñados y lo forzaron, así que el burro se doblegó.
Precisamente cruzaron el puente para llegar a la aldea cuando una multitud se reunió en derredor suyo y exclamó:
-¡Mirad a esos tontos! Jamás existieron idiotas semejantes, en vez de montar el burro lo llevan a cuestas. ¿Se habrán vuelto locos?
El burro mientras tanto se puso inquieto, tan inquieto que saltó y se cayó desde el puente al rió, matándose enseguida. Ambos bajaron al río, y junto al animal muerto el hombre viejo habló al muchacho. El viejo era un maestro Sufí, y el joven su discípulo. El viejo dijo:
-Mira, así como el burro, tú estarás muerto si escuchas demasiado la opinión de los demás. No te preocupes de los demás, pues ellos son muchos y tienen su propia mente, por lo que dirán siempre cosas diferentes. Si continúas escuchando a otros y no escuchas tu propio centro intimo, serás llevado de un lado para otro. Escucha tu voz interior, siéntela y muévete de acuerdo a ella.


¿Cuanto os importa la opinion de los demás?
¿Respetas la opinion de los demas?

1 commentaire:

asma a dit…

Jamás los demás serán satisfechos de nuestros hechos… no hay que dejarse influir por los demás opiniones ya que cada uno tiene sus propias normas y su propia vida, no hay que dejar extranjeros manipularla si no serás como tipo de cobaya dejándolos testar sus opiniones…
Pero eso no impide de no aceptar definitivamente los demás consejos, se debe sólo analizarlos para juzgar si nos somos útiles o no ..
Sin embargo los demás pueden tener razón o no .. Hay que ser juez para bien elegir lo bien para si mismo.
Conocí otra versión de la historia pero no está en español, y leerla de nuevo en tu página me hizo acordar mi niñez, gracias tania