Ouarzazate

Con este nombre se conoce, en el sur del Alto Atlas, a un recorrido por una serie de fortalezas . Construidas en adobe con torres almenadas y adornos de ladrillo crudo, en ocasiones, son auténticos pueblos fortificados.

Están situadas en un paisaje espectacular en el que el desierto y la montaña se encuentran, conjugando todos los tonos del ocre y el rojo, los ríos crean desfiladeros que se transforman en fértiles valles o en oasis con verdes palmerales.
Si las antiguas Kasbahs seducen con su poder de evocación, el paisaje conmueve por la fuerza de sus contrastes, su luminosidad y el silencio que inunda el alma de paz y sosiego, por lo que esta ruta es una de las más atractivas y solicitadas de Marruecos.

Ouarzazate
Punto de partida para excursiones por los valles del Draa, del Dades y del Sous, y hacia Zagora, Erfoud y Tineghir, Ouarzazate es también un importante centro turístico y artesanal a 204 km de Marrakech y 376 km de Agadir.

LUGARES DE INTERÉS

LA KASBAH DE TAOURIRT
En otros tiempos residencia del pachá de Marrakech, está construida en adobe con torres almenadas. Se visitan los antiguos aposentos del Glaoui, el comedor y la habitación de la favorita que conservan su decoración de estuco pintado y los techos en madera de cedro.

CENTRO ARTESANAL
Frente a la kasbah de Taourirt, alberga talleres donde se fabrican y comercializan objetos de piedra, cerámica y alfombras. De esta región son típicas las de Ouarzazate y las del Djebel Siroua, también llamadas “ouzguita”, que son particularmente apreciadas y se caracterizan por su fondo naranja, con motivos azules, marrones, amarillos o negros, siguiendo composiciones muy complicadas, confeccionadas en lana sedosa.

LA KASBAH DE TIFOULTOUTE (8km)
Antigua fortaleza, alberga hoy en día un hotel y un restaurante.

EL PANTANO DE EL MANSOUR ED DAHBI (13km)
Regulariza el flujo del Dra y permite el riego de 14.000 ha. del valle.

AÏT BENHADDOU (32km)
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Es el ksar más imponente del sur marroquí. Sus numerosas torres almenadas parecen adosadas a la montaña. Muy bien conservado, ha servido de escenario a numerosas películas. Imprescindible pasear por sus callecitas, se pueden visitar algunas casas, y al llegar al torreón de la antigua kasbah: vista panorámica de la región con el Alto Atlas al fondo.

VALLE DEL DADES
Se le conoce como el valle de las mil kasbahs y, aunque la cifra sea exagerada, lo cierto es que son muy numerosas.

SKURA DEL AHEL EL OUEST (42 km)
Después de atravesar una región semidesértica, se llega a un inmenso palmeral dentro del cual se sitúa el pueblo. Como en toda la zona, se cultivan rosas para la producción de esencia y agua de rosas. El oasis contiene además jardines con una vegetación lujuriosa, en medio de los rosales que contrastan con algunas bellas kasbahs como la de Amerhidil.

KELAA DES M’GOUNA (92km)
Importante pueblo fortificado, situado a 1467 m. de altitud. Es la capital del cultivo de la rosa y el sitio adecuado para comprar agua, crema o esencia de rosas. En el mes de mayo hay un Moussem de las Rosas, con manifestaciones folklóricas muy interesantes.

BOUMALNE DU DADES (116 km)
Desde lo alto de la ciudad la vista es espectacular, aquí y allá se ven el ocre de los ksour y las kasbahs , el río y los distintos matices del verde de los campos cultivados, al norte la piedra desnuda del Alto Atlas.
Aunque desvían del camino a las gargantas del Dades, en esta región hay sitios muy interesantes como el Djebel Saghro (96 km.S) o El valle de los pájaros (15 km.E).

OUARZAZATE, “LA MECA” DEL CINE
Ouarzazate es una ciudad marroquí fundada en 1928, durante el protectorado francés. Su emplazamiento era estratégico, pues separa las montañas del Alto Atlas del Gran Sur, dominado por el desierto.
El pueblo ha crecido considerablemente en los últimos años, especialmente por su conversión en nuevo foco turístico. En este sentido, sus principales potenciales son el entorno natural privilegiado y las cashbash de Aït ben haddou y Taourit. Llama la atención, sin embargo, que junto con el turismo, el cine se erija como una de las principales fuentes de ingresos. Sorprende en la entrada a la localidad el monumento de la foto, ese globo del que emanan fotogramas en color; lo mismo la ubicación en un radio de escasos kilómetros de dos grandes estudios. De una parte los Atlas, con mayor tradición en la ciudad, cuya entrada está custodiada hoy por momias y faraones, reminiscencias del rodaje de “La momia”. El gran atractivo de la zona para los cineastas por la peculiaridad de sus paisajes y rincones, llevó a Hassan II a fundar a finales de los 90’, los Estudios Tecla, de mayores dimensiones y más modernos que los anteriores, incluso disponen en su interior de hoteles, restaurante y otro tipo de servicios.
Estas improntas del Séptimo Arte aparecen incluso en algunos monumentos como la citada cashbah de Taourit, donde me sorprendió apreciar pintadas en la pared unas insignias que poco o nada tenían que ver con los techos de cedro y estuco decorados al más puro estilo árabe. Efectivamente, estaba en lo cierto y los grabados eran restos de la escenografía de una película. El guía no puntualizó cual, pero es probable que fuera Gladiator, pues contenía escenas rodadas en este lugar.
Todo esto me ha llevado a pensar que la expresión “la Meca del cine” que frecuentemente se usa para denominar a Hollywood, bien podría describir a este pueblo de tradición musulmana y cinematográfica; de casas de paja y barro y paisajes de arena. Dejemos que Hollywood siga enfundándose la alfombra roja, que presuma de su glamour y que brillen sus estrellas desfilando sobre ella con los últimos gritos de la moda. En cualquier caso, con unas u otras características mayoritariamente dependientes de la diferencia de presupuesto, al fin y al cabo hablamos de lo mismo: un arte hecho industria que une a todos bajo el signo de una profesión que les alimenta. Y ahora, vinculémoslo con lo que queramos. Lo mismo da religión que mito.